Contenido: 1 botella de Aceite de trufas blancas (250 ml) + 1 botella de Aceite de trufas negras (250 ml)
Aceite de Trufa Blanca
Intensidad italiana en tu mesa
Este producto nace de la combinación de esencia de trufa blanca y aceite de oliva extravirgen. Así se origina un óleo capaz de entregarte generosa pero equilibradamente el aroma y el gusto de este diamante de la alta gastronomía, que sorprende con su intensidad hasta los paladares más exigentes.
Aroma exclusivo
Gracias a nuestro aceite tienes una buena oportunidad de probar el sabor de la trufa blanca, producto que podríamos catalogar de muy exclusivo. Solo se encuentra de manera silvestre en la región del Piedmonte, Italia, y en pequeñas cantidades.
Nosotros traemos su esencia y la integramos a un aceite de oliva chileno de la más alta calidad, para que puedas tenerlo en tu mesa y transformar tus platos, incluso los más sencillos, en una experiencia gourmet inolvidable.
Aceite de Trufa Negra
Ilumina con su sabor hasta el plato más sencillo
Este producto es una combinación de esencia de trufas negras y aceite de oliva extravirgen, que dentro de su botella incluye una lonja de este preciado hongo que armoniza su sabor. Así se origina un óleo capaz de entregarte generosa pero equilibradamente el aroma y el gusto de este verdadero diamante de la alta gastronomía, porque sorprende con su intensidad hasta los paladares más exigentes.
Raíces chilenas
La trufa negra de nuestro aceite proviene de las cordilleranas tierras chilenas de la Región del Biobío donde se desarrolla naturalmente en las raíces de árboles de roble y avellano.
Asimismo, usamos un aceite de oliva chileno de la más alta calidad, que permite a la trufa desplegar su distintiva conjunción de aromas que transforma los platos más sencillos en una fiesta de sabores que tus invitados más gourmet agradecerán.
¿Cómo y cuándo usarlo?
El aceite de trufa funciona en platos fríos o calientes. Te recomendamos usar el aceite cuando la comida esté lista para que no se cocine, por ejemplo: sobre un risotto justo antes de servirlo; en guiso de ternera u otra carne similar; sobre pasta recién hervida; con preparaciones a base de papas, incluso con carne de liebre o faisán.
Anímate a mezclarlo con pollo, conejo y pescados como congrio o atún. Si amas las verduras, es perfecto para el topinambur, coliflor, champiñón, zapallo italiano, habas, alcachofa y todo tipo de legumbres.
Marídalo con queso fresco, con una polenta cremosa, unos ostiones recién salteados o un carpaccio de vacuno. También puedes agregarlo a huevos revueltos justo antes de servirlos, sobre una buschetta, una pizzetta o cualquier tipo de masa.
¡No te pierdas de esta ocasión única!